En un mundo donde la preocupación por la salud y el bienestar es cada vez mayor, la actividad física se posiciona como un pilar fundamental para mejorar la calidad de vida, especialmente en la población adulta mayor. Diversos estudios y expertos en salud coinciden en resaltar los múltiples beneficios que conlleva mantenerse activo físicamente a medida que envejecemos.
Uno de los aspectos que más destacamos desde nuestro centro de entrenamiento personal en Vilagarcía, es la relación directa entre la actividad física y la reducción del riesgo de mortalidad en este grupo etario, así como la contribución significativa a una mayor longevidad.
Beneficios más relevantes que aporta la práctica regular de actividad física en personas mayores:
1) Mejora del sistema neuromuscular
La actividad física ayuda a prevenir la sarcopenia (una pérdida progresiva de masa muscular asociada al envejecimiento) y contribuye a mejorar la coordinación de movimientos, lo que se traduce en una mayor autonomía y calidad de vida.
2) Optimización del sistema cardiopulmonar
La práctica regular de ejercicio físico mejora la eficiencia del sistema cardiopulmonar, facilitando una mejor distribución de oxígeno y nutrientes por todo el organismo. Esto se traduce en un mejor funcionamiento del corazón y los pulmones, fundamentales para mantener la vitalidad y la energía en la vida diaria.
3) Regulación del proceso metabólico
La actividad física contribuye a regular la utilización de la glucosa y ácidos grasos, lo que es especialmente relevante en la prevención y control de enfermedades como la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico.
4) Promoción de la salud cardiovascular
Mantenerse activo físicamente ayuda a controlar la presión sanguínea y los niveles de colesterol, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial y las enfermedades coronarias.
5) Beneficios neurológicos
La actividad física tiene un impacto positivo en el sistema nervioso, mejorando el rendimiento cognitivo y ayudando a mantener un sistema nervioso eficiente. Además, fortalece el equilibrio y la coordinación, lo que disminuye el riesgo de caídas, una de las principales preocupaciones en la población mayor.
6) Fortalecimiento óseo
La práctica regular de ejercicio contribuye a mantener los huesos fuertes y resistentes, lo que es crucial para prevenir la osteoporosis y reducir el riesgo de fracturas y lesiones óseas.
En conclusión, fomentar y promover la actividad física en las personas mayores no solo tiene un impacto positivo en su salud física, sino que también mejora su bienestar emocional y mental. Establecer contacto con un entrenador personal como los que formamos parte de AT Salud y Rendimiento puede ser el primer paso hacia una vida más activa y saludable en la edad dorada. Además, adoptar un estilo de vida activo desde edades tempranas y mantenerlo a lo largo del tiempo es clave para disfrutar de una vejez plena y con mayor calidad de vida.